Los productos light son aquellos que tienen un contenido reducido de algún nutriente o componente, como el azúcar, la grasa o las calorías, en comparación con el producto original. Estos productos suelen tener una etiqueta que los identifica como light, bajo en calorías, sin azúcar añadido, etc.
Muchas personas creen que consumir productos light les ayuda a adelgazar o a mantener su peso, ya que piensan que al aportar menos calorías o menos grasa, favorecen el balance energético negativo necesario para perder peso. Sin embargo, esta creencia no está respaldada por la evidencia científica y puede tener efectos contraproducentes para la salud y el peso.
¿Por qué los productos light no ayudan a adelgazar?
Existen varias razones por las que los productos light no son eficaces para bajar de peso ni para prevenir la obesidad. Algunas de ellas son:
- No siempre tienen menos calorías que los originales. A veces, se reduce el contenido de un nutriente, pero se aumenta el de otro para compensar el sabor o la textura. Por ejemplo, algunos productos light bajos en grasa tienen más azúcar o almidón que los normales, lo que puede aumentar su valor calórico total1.
- Pueden generar una falsa sensación de seguridad y provocar un mayor consumo. Al pensar que son más saludables o menos engordantes, se puede caer en el error de consumir más cantidad o más frecuentemente de estos productos, lo que puede anular el efecto de la reducción calórica o incluso superarlo2.
- Pueden alterar la saciedad y el apetito. Algunos estudios han sugerido que los productos light, especialmente los que contienen edulcorantes artificiales en lugar de azúcar, pueden interferir con las señales hormonales y neuronales que regulan la sensación de hambre y de plenitud. Esto puede hacer que se coma más en las siguientes comidas o se tenga más antojo por alimentos dulces o calóricos.
- Pueden afectar la salud metabólica y la microbiota intestinal. Algunas investigaciones han indicado que los productos light, sobre todo los que contienen edulcorantes artificiales, pueden alterar el metabolismo de la glucosa y la insulina, aumentando el riesgo de diabetes tipo 2 y de resistencia a la insulina. Además, pueden modificar la composición y la función de las bacterias intestinales, lo que puede influir en la inflamación, la inmunidad y el peso corporal.
¿Qué alternativas hay a los productos light?
La mejor forma de adelgazar o mantener un peso saludable es seguir una dieta equilibrada y variada, rica en alimentos naturales y frescos, como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos, semillas, pescado, huevos y lácteos. Estos alimentos aportan nutrientes esenciales para el organismo y tienen un efecto saciante y regulador del apetito.
También es importante evitar o limitar el consumo de alimentos procesados o ultraprocesados, que suelen contener altas cantidades de azúcar, sal, grasas saturadas o trans y aditivos. Estos alimentos no solo aportan calorías vacías, sino que también pueden afectar la salud metabólica, la microbiota intestinal y el estado de ánimo.
Además de la alimentación, es fundamental realizar actividad física regularmente, ya que ayuda a quemar calorías, a tonificar los músculos, a mejorar la circulación sanguínea y a liberar endorfinas. Se recomienda practicar al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana o 75 minutos de ejercicio intenso.
Conclusión:
Los productos light no son la solución para adelgazar ni para prevenir la obesidad. A pesar de tener un contenido reducido de algún nutriente o componente, pueden tener más calorías que los originales, generar un mayor consumo, alterar la saciedad y el apetito y afectar la salud metabólica y la microbiota intestinal.
Para bajar de peso o mantenerlo de forma saludable, lo mejor es seguir una dieta equilibrada y variada, rica en alimentos naturales y frescos, y evitar o limitar los alimentos procesados o ultraprocesados. También es importante realizar actividad física regularmente y adoptar otros hábitos de vida saludables.