Las plantas medicinales son aquellas que contienen principios activos que pueden ejercer una acción beneficiosa sobre la salud humana. Estas plantas se han utilizado desde la antigüedad para prevenir, aliviar o curar diversas enfermedades o dolencias. Una de las plantas más populares por sus beneficios es la cola de caballo.
La cola de caballo es una planta perenne que crece en zonas húmedas y que tiene un alto contenido en sílice, un mineral esencial para el fortalecimiento de los huesos, las uñas y el cabello. La cola de caballo también contiene otros minerales como el calcio, el fósforo y el magnesio, así como flavonoides, taninos y saponinas.
Propiedades y beneficios:
- Diurética: ayuda a eliminar el exceso de líquidos y toxinas del organismo, previniendo o tratando los problemas renales, urinarios o edematosos.
- Depurativa: ayuda a limpiar la sangre y a mejorar el funcionamiento del hígado y los riñones.
- Antiinflamatoria: ayuda a reducir la inflamación y el dolor de las articulaciones, los músculos o las vías respiratorias.
- Antioxidante: ayuda a proteger las células del daño causado por los radicales libres y a prevenir el envejecimiento prematuro y las enfermedades degenerativas.
- Antihemorrágica: ayuda a frenar las hemorragias internas o externas, como las nasales, las menstruales o las gástricas.
- Cicatrizante: ayuda a regenerar los tejidos dañados y a curar las heridas, las úlceras o las quemaduras.
- Antifúngica: ayuda a combatir las infecciones por hongos, como el pie de atleta, la candidiasis o la caspa.
Formas de prepararlo:
- Infusión: se prepara con una cucharadita de la planta seca por cada taza de agua y se deja reposar unos 10 minutos. Se puede tomar hasta tres tazas al día.
- Decocción: se prepara con una cucharada de la planta seca por cada litro de agua y se hierve durante unos 15 minutos. Se puede tomar hasta un litro al día.
- Tintura: se prepara con 100 gramos de la planta seca por cada litro de alcohol y se deja macerar durante unas tres semanas. Se puede tomar de 20 a 40 gotas al día, diluidas en agua o zumo.
- Pomada: se prepara con 50 gramos de la planta seca por cada 250 gramos de vaselina y se calienta al baño maría hasta que se integren. Se puede aplicar sobre la piel dos o tres veces al día.
- Cataplasma: se prepara con la planta fresca o cocida y se aplica sobre la zona afectada, cubriendo con un paño. Se puede dejar actuar durante unos 20 minutos.
Precauciones:
- Durante el embarazo, la lactancia o la infancia, ya que puede interferir con el desarrollo óseo.
- Si se tiene hipertensión, insuficiencia cardíaca o renal, o si se está tomando medicación diurética o antihipertensiva, ya que puede potenciar sus efectos.
- Si se tiene gastritis, úlcera o reflujo gastroesofágico, ya que puede irritar el estómago y aumentar la acidez.
- Con déficit de potasio, calcio o vitamina B1, ya que puede agravar estas carencias.
- De forma prolongada o excesiva, ya que puede provocar efectos adversos como dolor de cabeza, náuseas, debilidad o pérdida de peso.
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