La sensibilidad al gluten no celíaca es una condición que se caracteriza por la aparición de síntomas similares a los de la enfermedad celíaca o la alergia al trigo, pero sin que haya una alteración del sistema inmunitario o del intestino delgado.
El gluten es una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno, y que puede causar molestias digestivas, cutáneas, neurológicas y articulares en algunas personas sensibles.
El tratamiento efectivo para combatir los síntomas de la sensibilidad al gluten es reducir o eliminar, según el nivel de tolerancia, el gluten de la dieta. Esto implica evitar los alimentos que contienen gluten y elegir alternativas sin gluten que aporten nutrientes para una alimentación saludable.
A continuación, veremos algunos consejos nutricionales para las personas con sensibilidad al gluten.
- Leer las etiquetas de los alimentos:
Es importante leer las etiquetas de los alimentos para identificar los que contienen gluten y los que no. El gluten puede estar presente en alimentos como el pan, la pasta, la pizza, las galletas, los cereales, las salsas, los embutidos, los quesos fundidos y los productos precocinados.
Los alimentos que contienen gluten deben llevar la indicación “contiene gluten” o “contiene trigo/cebada/centeno” en la lista de ingredientes o en el apartado de alérgenos. Los alimentos que no contienen gluten pueden llevar el símbolo de la espiga barrada o la indicación “sin gluten” en el envase.
Sin embargo, hay que tener cuidado con la contaminación cruzada, que se produce cuando un alimento sin gluten entra en contacto con otro que contiene gluten durante el cultivo, el transporte, el almacenamiento, el procesamiento o la preparación. Por eso, es recomendable elegir alimentos certificados como sin gluten por una entidad oficial.
- Consumir alimentos naturales sin gluten:
Muchos alimentos naturales no contienen gluten y pueden formar parte de una alimentación variada y equilibrada. Puedes leer más en el artículo: Alimentación para las personas con sensibilidad al gluten
- Elegir productos sin gluten y de calidad:
Existen muchos productos sin gluten elaborados especialmente para las personas con sensibilidad al gluten o enfermedad celíaca. Estos productos incluyen panes, pastas, galletas, cereales, harinas y otros derivados del trigo.
Sin embargo, no todos los productos sin gluten son saludables. Algunos pueden tener un alto contenido en grasas saturadas, azúcares añadidos o sal, lo que puede perjudicar la salud cardiovascular y aumentar el riesgo de obesidad o diabetes.
Estos alimentos aportan hidratos de carbono complejos, proteínas de alto valor biológico, grasas saludables, fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes que benefician la salud.
Por eso, es importante elegir productos sin gluten de calidad, que tengan un bajo contenido en grasas saturadas, azúcares añadidos y sal, y un alto contenido en fibra, proteínas y micronutrientes. También es recomendable comparar las etiquetas nutricionales de los productos y elegir los que tengan menos calorías y más nutrientes por porción.
- Suplementar la dieta si es necesario
Algunas personas con enfermedad celíaca pueden tener deficiencias de ciertos nutrientes debido al daño intestinal o a la restricción dietética. Estas deficiencias pueden afectar a la salud ósea, sanguínea, nerviosa e inmunitaria.
El médico o el dietista pueden evaluar el estado nutricional del paciente y recomendarle suplementos si es necesario. Los suplementos más comunes para las personas con enfermedad celíaca son:
- Hierro: para prevenir o tratar la anemia por deficiencia de hierro
- Calcio y vitamina D: para prevenir o tratar la osteoporosis u osteopenia
- Ácido fólico y vitamina B12: para prevenir o tratar la anemia megaloblástica
- Zinc: para prevenir o tratar la deficiencia de zinc
- Probióticos: para mejorar la salud intestinal y el equilibrio de la microbiota
Los suplementos deben tomarse bajo supervisión médica y siguiendo las indicaciones de dosis y duración. Además, se debe verificar que los suplementos sean sin gluten y que no interfieran con otros medicamentos.
- Seguir un seguimiento médico, apoyo psicológico y prevención de complicaciones
Además de seguir una dieta sin gluten, las personas con enfermedad celíaca deben realizar un seguimiento médico periódico para evaluar su respuesta al tratamiento y detectar posibles complicaciones. El seguimiento médico puede incluir:
- Pruebas de sangre para medir los niveles de anticuerpos contra el gluten y los niveles de hierro, calcio, vitamina D y otros nutrientes
- Pruebas de densidad ósea para medir la salud de los huesos y el riesgo de fracturas
- Endoscopia con biopsia intestinal para observar el estado del intestino delgado y confirmar la curación de las vellosidades
- Pruebas genéticas para identificar a los familiares que podrían tener riesgo de desarrollar la enfermedad celíaca
- Pruebas de cribado para detectar posibles complicaciones como cáncer intestinal, enfermedad hepática o enfermedad tiroidea
El seguimiento médico debe realizarse según las indicaciones del médico, que dependerán de la edad, los síntomas y el grado de daño intestinal de cada persona.
Además del seguimiento médico, las personas con enfermedad celíaca pueden beneficiarse del apoyo psicológico para afrontar los desafíos emocionales que supone vivir con una enfermedad crónica y seguir una dieta restrictiva. El apoyo psicológico puede ayudar a mejorar la autoestima, la adherencia al tratamiento, la calidad de vida y el bienestar emocional.
El apoyo psicológico puede provenir de diferentes fuentes, como la familia, los amigos, los grupos de apoyo, las asociaciones de celíacos o los profesionales de la salud mental. El tipo y la frecuencia del apoyo psicológico dependerán de las necesidades y preferencias de cada persona.
Finalmente, las personas con enfermedad celíaca deben tomar medidas para prevenir posibles complicaciones derivadas de la exposición accidental al gluten o de la falta de adherencia al tratamiento. Estas medidas pueden incluir:
- Leer las etiquetas de los alimentos y productos con cuidado y evitar los que contengan gluten o puedan estar contaminados
- Informar al personal de los restaurantes u otros establecimientos sobre la condición celíaca y solicitar opciones sin gluten
- Llevar siempre alimentos o productos sin gluten cuando se viaja o se sale fuera de casa
- Usar utensilios y recipientes separados para preparar y almacenar los alimentos sin gluten
- Limpiar bien las superficies y electrodomésticos que puedan estar en contacto con el gluten
- Tomar los suplementos nutricionales según las indicaciones del médico o el dietista
- Consultar al médico ante cualquier síntoma o duda sobre el tratamiento
Siguiendo estas medidas, las personas con enfermedad celíaca pueden mejorar su salud y su calidad de vida.
Conclusión
La enfermedad celíaca es una condición autoinmune que se produce cuando el sistema inmunitario reacciona de forma anormal al gluten. Esta reacción provoca una inflamación y un daño en el intestino delgado, lo que impide la absorción adecuada de los nutrientes de los alimentos.
El tratamiento consiste en seguir una dieta estricta sin gluten de por vida, que puede ayudar a controlar los síntomas y a promover la curación intestinal. Además, se debe consumir alimentos naturales sin gluten, elegir productos sin gluten de calidad y suplementar la dieta si es necesario.
Más información: