La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que se produce durante el embarazo en mujeres que no tenían diabetes antes de la gestación. La diabetes gestacional se caracteriza por un aumento de los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre que puede afectar la salud de la madre y del bebé.
La diabetes gestacional suele aparecer entre las semanas 24 y 28 del embarazo, cuando el cuerpo de la madre necesita más insulina para procesar la glucosa. La insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa entre en las células y se utilice como energía. Si el páncreas no produce suficiente insulina o si las células no responden adecuadamente a ella, la glucosa se acumula en la sangre y causa hiperglucemia.
La diabetes gestacional puede causar complicaciones tanto en la madre como en el bebé, como:
- Un mayor riesgo de preeclampsia, una complicación del embarazo que se caracteriza por presión arterial alta, proteína en la orina y edema.
- Un mayor riesgo de parto prematuro, cesárea o distocia de hombros, que ocurre cuando el bebé queda atrapado por los hombros durante el parto.
- Un mayor riesgo de macrosomía fetal, que es cuando el bebé nace con un peso superior a 4 kg, lo que puede causar dificultades respiratorias, hipoglucemia o ictericia.
- Un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 o diabetes gestacional en embarazos futuros tanto en la madre como en el bebé.
La diabetes gestacional se puede detectar mediante una prueba de tolerancia oral a la glucosa (PTOG) que se realiza entre las semanas 24 y 28 del embarazo. Esta prueba consiste en medir el nivel de glucosa en la sangre antes y después de tomar una bebida azucarada. Si el nivel de glucosa es superior a los valores normales, se confirma el diagnóstico de diabetes gestacional.
El tratamiento de la diabetes gestacional se basa en:
- Seguir una dieta equilibrada y baja en azúcares y grasas, distribuyendo los alimentos en varias comidas al día y evitando los ayunos prolongados.
- Realizar ejercicio físico moderado y adaptado al embarazo, como caminar, nadar o hacer yoga, siempre con el consentimiento del médico.
- Controlar los niveles de glucosa en la sangre varias veces al día con un glucómetro y llevar un registro de los resultados.
- Administrar insulina si la dieta y el ejercicio no son suficientes para mantener los niveles de glucosa en el rango deseado. La insulina es el único medicamento seguro para tratar la diabetes gestacional, ya que no atraviesa la placenta y no afecta al bebé.
La diabetes gestacional suele desaparecer después del parto, pero es importante realizar una nueva prueba de tolerancia oral a la glucosa a las 6-12 semanas del posparto para confirmar que los niveles de glucosa han vuelto a la normalidad. Además, se recomienda hacer un seguimiento periódico de la glucosa en la sangre y mantener hábitos saludables para prevenir o retrasar la aparición de diabetes tipo 2 en el futuro.
Resumen: La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que se produce durante el embarazo y que puede causar complicaciones en la madre y el bebé. Se puede detectar mediante una prueba de tolerancia oral a la glucosa y se puede tratar con dieta, ejercicio, control de la glucosa e insulina si es necesario. La diabetes gestacional suele desaparecer después del parto, pero requiere un seguimiento posterior para prevenir la diabetes tipo 2.
Más información:
1. mayoclinic.org