Es importante mantener las emociones templadas en todo momento, especialmente cuando es difícil: el estrés del trabajo y las relaciones con los compañeros pueden ser una prueba continua a nuestra paciencia y estoicismo. La sensación de frustración cuando las situaciones no se desarrollan como deseamos, ya sea en el ámbito laboral o en nuestras relaciones personales, puede llevarnos a comportarnos de manera inapropiada con quienes nos acompañan. En el entorno laboral, esto se manifiesta en interacciones dañinas con los colegas, disputas, desmotivación y un rendimiento inferior. Hoy vamos a hablar de la habilidad de mantener una comunicación asertiva y empática en el trabajo.
La comunicación empática
En anteriores artículos hemos hablado extensamente sobre la relación entre estabilidad emocional y productividad laboral. Las relaciones interpersonales sanas son claves en este equilibrio, y una de las habilidades más poderosas para fortalecer estas relaciones es la empatía, que permite conectar con los demás; la comprensión, el respeto y la escucha activa son algunas actitudes que conforman relaciones asertivas con los demás1.

La otra persona percibe con facilidad, consciente o inconscientemente, cuando existe un deseo genuino de conectar y reconocer sus emociones, no solo una simple formalidad. Es importante recordar que las personas a menudo interactúan con otras de la misma manera en que son tratadas por ellas2. La conexión real favorece un embiente de colaboración, reduce el estrés y aumenta la motivación y el compromiso, además de la creatividad en la resolución de problemas, y la innovación.
Estrategias de comunicación
Cultivar esta habilidad requiere práctica y conciencia. Implica entre otras cosas:
- Estar presente en la conversación, que se conoce como "escucha activa", captando el lenguaje verbal y el no verbal5.
- No rechazar las emociones del otro. No hace falta estar de acuerdo con todo, basta con respetar sus puntos de vista2.
- Hablar en primera persona y siendo honestos con nuestras propias necesidades y emociones2.
- Promover la comunicación no violenta, sin atacar ni juzgar1.
Comunicación empática y salud mental
La falta de comunicación empática puede generar tensiones, malentendidos y desgaste emocional. En cambio, cuando se cultiva esta habilidad, se fortalece la salud mental del equipo, se reduce el absentismo y se mejora el clima laboral 1. En contextos educativos, por ejemplo, se ha demostrado que la escucha empática mejora la colaboración y el bienestar de los docentes6.
Conclusión
La comunicación empática no es solo una técnica, sino una actitud que transforma la forma en que nos relacionamos en el trabajo. Al practicarla, contribuimos a crear entornos laborales más humanos, saludables y productivos. Invertir en esta habilidad es invertir en el bienestar colectivo.
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