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Tratamiento y alimentación ante una enfermedad celíaca

Escrito por Humana | Apr 9, 2023 6:09:51 AM

La sensibilidad al gluten no celíaca es una condición que se caracteriza por la aparición de síntomas similares a los de la enfermedad celíaca o la alergia al trigo, pero sin que haya una alteración del sistema inmunitario o del intestino delgado.

El gluten es una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno, y que puede causar molestias digestivas, cutáneas, neurológicas y articulares en algunas personas sensibles.

El tratamiento efectivo para combatir los síntomas de la sensibilidad al gluten es reducir o eliminar, según el nivel de tolerancia, el gluten de la dieta. Esto implica evitar los alimentos que contienen gluten y elegir alternativas sin gluten que aporten nutrientes para una alimentación saludable.

A continuación, veremos algunos consejos nutricionales para las personas con sensibilidad al gluten.

  1. Leer las etiquetas de los alimentos

Es importante leer las etiquetas de los alimentos para identificar los que contienen gluten y los que no. El gluten puede estar presente en alimentos como el pan, la pasta, la pizza, las galletas, los cereales, las salsas, los embutidos, los quesos fundidos y los productos precocinados.

Los alimentos que contienen gluten deben llevar la indicación “contiene gluten” o “contiene trigo/cebada/centeno” en la lista de ingredientes o en el apartado de alérgenos. Los alimentos que no contienen gluten pueden llevar el símbolo de la espiga barrada o la indicación “sin gluten” en el envase.

Sin embargo, hay que tener cuidado con la contaminación cruzada, que se produce cuando un alimento sin gluten entra en contacto con otro que contiene gluten durante el cultivo, el transporte, el almacenamiento, el procesamiento o la preparación. Por eso, es recomendable elegir alimentos certificados como sin gluten por una entidad oficial.

  1. Consumir alimentos naturales sin gluten

Para seguir una dieta sin gluten es importante leer las etiquetas de los alimentos y verificar que no contengan gluten o trazas del mismo. También es necesario tener cuidado con la contaminación cruzada, es decir, el contacto accidental de los alimentos sin gluten con los que sí lo tienen. Para evitarlo, se recomienda usar utensilios de cocina separados, limpiar bien las superficies y los recipientes y no compartir alimentos con otras personas4.

Los alimentos naturales que no contienen gluten y que se pueden consumir con seguridad son: las carnes, los pescados, los huevos, las frutas, las verduras, los cereales sin gluten (arroz, maíz, quinoa, amaranto, etc.), las legumbres, los frutos secos, los lácteos y los aceites4.

Además de seguir una dieta sin gluten, es importante llevar una alimentación equilibrada y variada que aporte todos los nutrientes necesarios para el organismo. En algunos casos puede ser necesario tomar suplementos de vitaminas o minerales para corregir las deficiencias nutricionales causadas por la enfermedad3.

Muchos alimentos naturales no contienen gluten y pueden formar parte de una alimentación variada y equilibrada.

Puedes ver más en este artículo: Alimentación para las personas con sensibilidad al gluten

  1. Seguimiento médico y psicológico

Al eliminar el gluten de la dieta, el intestino delgado se recupera y se normaliza la absorción de los nutrientes. Esto mejora los síntomas y previene las complicaciones asociadas a la enfermedad celíaca, como la anemia, la osteoporosis, el cáncer o las enfermedades autoinmunes3.

La enfermedad celíaca es una condición crónica que requiere un seguimiento médico periódico y un apoyo psicológico y social. Seguir una dieta sin gluten puede ser difícil al principio, pero con el tiempo se puede aprender a adaptarse y a disfrutar de una alimentación saludable y sabrosa4.

Por tanto, el seguimiento médico y psicológico de la enfermedad celíaca es fundamental, para garantizar una buena calidad de vida de los pacientes. El seguimiento médico implica realizar revisiones periódicas con el gastroenterólogo, que incluyan análisis de sangre, pruebas de absorción y biopsias intestinales cuando sea necesario. El objetivo es comprobar que la dieta sin gluten se está cumpliendo correctamente y que no hay complicaciones asociadas a la enfermedad1.

El seguimiento psicológico tiene como finalidad ayudar a los pacientes a adaptarse a los cambios que implica vivir con una enfermedad crónica y a afrontar las dificultades que puedan surgir en el ámbito personal, familiar, social o laboral. Los pacientes con enfermedad celíaca pueden presentar alteraciones psicológicas como ansiedad, depresión, baja autoestima o estrés. Estas alteraciones pueden influir negativamente en la adherencia a la dieta y en el bienestar general de los pacientes.

Así pues, es importante que los pacientes con enfermedad celíaca reciban un apoyo integral que abarque tanto el aspecto físico como el emocional. Para ello, se recomienda contar con un equipo multidisciplinar formado por médicos, nutricionistas y psicólogos especializados en esta patología.

  1. Conclusión

La enfermedad celíaca es un trastorno digestivo y autoinmunitario crónico que daña el intestino delgado. La enfermedad se desencadena al ingerir alimentos que contienen gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada, el centeno y la avena. La enfermedad puede causar problemas digestivos duraderos y hacer que el cuerpo no obtenga todos los nutrientes que necesita1.

La única forma de controlar esta enfermedad es seguir una dieta estricta sin gluten de por vida. Esto implica evitar todos los alimentos que contengan gluten, así como los productos derivados o procesados que puedan contenerlo, como salsas, embutidos, medicamentos o cosméticos2.

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