Salud Humana | Infancia y Maternidad

Rutinas saludables para tu pequeño

Escrito por Humana | Nov 19, 2025 9:51:56 PM

Las costumbres que se aceptan siendo niños determinan el crecimiento, el aprendizaje y la salud futura¹. Un niño que aprende a alimentarse de forma adecuada, que descansa del sueño suficiente y que realiza actividad física de forma regular dispondrá de un nivel de energía superior, de un mejor rendimiento escolar y de un menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas asociadas al exceso de peso.

Alimentación equilibrada: fundamento del crecimiento
Una dieta rica en fruta, verduras, proteínas magras y cereales integrales para los niños es importante para su desarrollo². Limitar el consumo de azúcares y de alimentos ultraprocesados contribuye a prevenir la aparición de obesidad y enfermedades metabólicas³. Por otro lado, establecer rutinas de horarios en cuestión de la comida tiene un efecto positivo sobre la digestión y la configuración de hábitos saludables. Hacer participar a los niños en la preparación de alimentos puede suponer un estímulo para que escojan alimentos saludables.

 


Sueño reparador: más que descansar.
El sueño es importante para el crecimiento y para el rendimiento escolar. Los niños en edad escolar necesitan entre 9 - 12 horas de sueño nocturno⁴. Dormir adecuadamente ayuda a favorecer la memoria, la concentración y el sistema inmunitario. Para dormir bien, se recomienda establecer una rutina tranquila de sueño, evitar el uso de pantallas al menos 1 hora antes de dormir y crear un ambiente de sueño cómodo y oscuro⁵. Un buen descanso también ayuda a regular emociones y prevenir irritabilidad.

Ejercicio físico diario: la salud y energía que desprende
El movimiento hace que músculos, huesos y el sistema cardiovascular se fortalezcan; jugar en el exterior, andar en bici o practicar deportes son dos ejemplos ideales.
Las autoridades sanitarias recomiendan como mínimo 60 minutos de actividad física de intensidad moderada cada día⁶; el ejercicio también ayuda a reducir el estrés, a mejorar la coordinación y a socializar, y actividades del día a día como subir escaleras o caminar para ir a la escuela tienen un sencillo efecto positivo.

Bienestar emocional: el centro de la rutina
Dedicar tiempo de calidad, escuchar y validar emociones ayudan a construir la autoestima y la propia seguridad del niño/a⁷; actividades como leer juntos, conversar, enseñar etiquetas sociales son básicas para el desarrollo emocional del niño/a. Un niño/a que se siente acompañado y entendido tendrá más confianza y menos ansiedad.

Higiene y autocuidado: pequeños hábitos, grandes beneficios
Ponerles las pilas con cosas sencillas como lavarse las manos, lavarse los dientes, recoger sus juguetes contribuye a desarrollar la responsabilidad y hábitos saludables⁸; todo esto contribuye a reducir el riesgo de infección y además enseña la disciplina desde edades tempranas.


Conclusión
Las rutinas saludables no solo previenen enfermedades, sino que también crean un entorno seguro y estable para el desarrollo integral del niño. Alimentación, sueño, actividad física y bienestar emocional son pilares que, combinados, garantizan una infancia feliz y saludable. Como padres, educadores o cuidadores, nuestro papel es guiar y acompañar, porque cada hábito positivo que se refuerza hoy será un regalo para toda la vida.


Más información
¹ https://www.healthychildren.org
² https://www.mayoclinic.org
³ https://www.who.int
⁴ https://aasm.org
⁵ https://kidshealth.org
⁶ https://www.cdc.gov
⁷ https://www.unicef.org
⁸ https://www.healthychildren.org