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Retinopatía diabética: qué es, tipos y tratamiento

Escrito por Humana | Mar 22, 2023 10:00:44 PM

La retinopatía diabética se produce cuando el exceso de azúcar en la sangre daña los vasos sanguíneos de la retina, que es la capa de tejido sensible a la luz que se encuentra en el fondo del ojo. Los vasos sanguíneos pueden hincharse, tener fugas, obstruirse o crecer de forma anormal. Esto puede afectar la visión y, en casos graves, causar ceguera.

Tipos de retinopatía diabética

Existen dos tipos principales de retinopatía diabética:

  • Retinopatía diabética no proliferativa: es la forma más común y menos grave. Se caracteriza por la presencia de microaneurismas (pequeños abultamientos en los vasos sanguíneos), hemorragias (sangrados), exudados (depósitos de líquido o grasa) y edema macular (hinchazón de la zona central de la retina). Estos cambios pueden afectar la visión, sobre todo si el edema macular es importante.
  • Retinopatía diabética proliferativa: es la forma más avanzada y grave. Se produce cuando los vasos sanguíneos dañados provocan una falta de oxígeno en la retina, lo que estimula el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos anormales (neovascularización). Estos nuevos vasos son frágiles y pueden sangrar dentro del ojo o provocar cicatrices que tiran de la retina y la desprenden. Esto puede causar una pérdida severa de la visión o incluso ceguera.

Tratamiento de la retinopatía diabética

El tratamiento de la retinopatía diabética depende del tipo y la gravedad de la enfermedad. El objetivo es prevenir o retrasar el avance de la enfermedad y preservar la visión. Algunas opciones de tratamiento son:

  • Control estricto de la glucemia: es fundamental para prevenir o retrasar el daño en los vasos sanguíneos de la retina. Se debe seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, tomar los medicamentos indicados y medir los niveles de azúcar en sangre con frecuencia.
  • Fotocoagulación con láser: es un procedimiento que usa un rayo láser para sellar los vasos sanguíneos que tienen fugas o para reducir el crecimiento de nuevos vasos anormales. Se realiza con anestesia local y puede requerir varias sesiones. Puede ayudar a estabilizar o mejorar la visión, pero también puede causar algunos efectos secundarios, como disminución de la visión nocturna o periférica.
  • Inyecciones intravítreas: consisten en inyectar medicamentos dentro del ojo para reducir el edema macular o para inhibir el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos. Los medicamentos más usados son los corticoides y los antiangiogénicos. Se realizan con anestesia local y pueden requerir varias aplicaciones. Pueden mejorar la visión, pero también pueden causar algunos efectos secundarios, como infecciones, cataratas o glaucoma.
  • Vitrectomía: es una cirugía que consiste en extraer el vítreo, que es el gel transparente que llena el interior del ojo. Se realiza cuando hay hemorragias graves o desprendimiento de retina por tracción. Se sustituye el vítreo por una solución salina o un gas que se reabsorbe con el tiempo. Puede restaurar la visión, pero también puede causar algunos efectos secundarios, como cataratas, infecciones o glaucoma.