Cada noche, mientras descansamos, nuestro organismo tiene procesos importantes para mantener el corazón y los vasos sanguíneos en óptimas condiciones. Sin embargo, la falta de sueño o un descanso de mala calidad, hace que crezca el riesgo de enfermedades cardíacas.
Durante el sueño, el cuerpo regula y ajusta funciones importantes como la presión arterial, el metabolismo y la producción hormonal. Si dormimos entre 7 y 9 horas cada noche, los procesos vitales se equilibran, y tendremos menos riesgo de hipertensión, diabetes y obesidad, temas que están muy relacionados con enfermedades cardiovasculares¹.
Además, el sueño profundo aminora la inflamación y el estrés oxidativo, que son dos mecanismos que pueden dañar las arterias y favorecer la aterosclerosis² cuando suceden de forma descontrolada².
Muchos estudios demuestran que dormir menos de 6 horas por noche incrementa hasta en un 20% el riesgo de tener enfermedades cardíacas; pero dormir más de 9 horas también puede ser perjudicial³. La falta de sueño altera el ritmo circadiano y el sistema nervioso autónomo, sube la presión arterial y frecuencia cardíaca en la noche⁴.
Hay trastornos como la apnea obstructiva del sueño o el insomnio crónico que son muy peligrosos, relacionados con hipertensión, arritmias y mayor riesgo de infarto⁵.
La American Heart Association incluyó el sueño en su lista de factores esenciales para la salud cardiovascular. Sus recomendaciones son claras:
El sueño es un pilar fundamental para la salud del corazón, tan importante como la alimentación y el ejercicio. Priorizar un descanso adecuado no solo mejora la calidad de vida, sino que también reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares a largo plazo.
¹ American Heart Association Newsroom
² Infobae – El sueño es un protector cardiovascular
³ Salud y Alimentación – Impacto del sueño en enfermedades cardíacas
⁴ Ocronos – Relación entre sueño y salud cardiovascular
⁵ Medicover – Trastornos del sueño y salud cardíaca
⁶ American Heart Association – Life’s Essential