Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. Muchas veces sus síntomas no son evidentes, lo que dificulta su detección temprana. Aquí te presento 10 señales silenciosas que podrían indicar problemas cardíacos.
Sentirse agotado sin razón aparente puede ser una señal de que el corazón no está bombeando sangre eficientemente¹.
La disnea, especialmente al realizar actividades cotidianas, puede indicar insuficiencia cardíaca o enfermedad coronaria².
Estos episodios pueden deberse a una disminución del flujo sanguíneo al cerebro, causada por arritmias o problemas valvulares³.
La retención de líquidos es común en personas con insuficiencia cardíaca congestiva⁴.
Aunque el dolor torácico es el síntoma más conocido, el dolor referido en estas zonas puede ser una señal de angina o infarto, especialmente en mujeres⁵.
Latidos acelerados o irregulares pueden indicar fibrilación auricular u otras arritmias que aumentan el riesgo de accidente cerebrovascular.
Sudar sin causa aparente, especialmente en reposo, puede ser una señal de que el cuerpo está en estado de alerta por un problema cardíaco.
Algunas personas experimentan síntomas gastrointestinales durante un evento cardíaco, lo que puede llevar a confusión con problemas digestivos.
Una tos seca o con flema rosada puede ser causada por acumulación de líquido en los pulmones debido a insuficiencia cardíaca.
Confusión, dificultad para concentrarse o pérdida de memoria pueden estar relacionados con una disminución del flujo sanguíneo cerebral.
Prestar atención a estas señales puede ayudarte a detectar problemas cardíacos antes de que se conviertan en emergencias. Si experimentas alguno de estos síntomas, consulta a un profesional de salud para una evaluación completa.
¹ Escuchando a tu cuerpo: 10 señales sutiles de enfermedad cardíaca
² 10 síntomas de enfermedades cardíacas que ignoramos
³ Heart Disease Symptoms You Shouldn’t Ignore – Cleveland Clinic
⁴ Insuficiencia cardíaca: síntomas y causas – Mayo Clinic
⁵ 10 señales de que podrías tener una enfermedad cardíaca – AARP