Además de estas funciones generales, algunas proteínas tienen funciones específicas relacionadas con ciertos procesos o sustancias, y cuya deficiencia puede causar problemas de salud a corto y largo plazo. En este artículo vamos a hablar de dos ejemplos: las enzimas y la carnitina.
Las enzimas:
Las enzimas son proteínas que actúan como catalizadores biológicos, es decir, que aceleran las reacciones químicas que ocurren en las células sin ser consumidas ni alteradas por ellas. Las enzimas son esenciales para el metabolismo, la digestión, la respiración, la síntesis de ADN y muchas otras funciones vitales. Facilitan las reacciones químicas celulares que permiten transformar los nutrientes en energía o en otras moléculas útiles para el organismo.
Por ejemplo, las enzimas digestivas ayudan a descomponer los alimentos en sus componentes más simples (azúcares, aminoácidos, ácidos grasos) para que puedan ser absorbidos por el intestino. Las enzimas respiratorias ayudan a oxidar la glucosa y los ácidos grasos para producir ATP (adenosín trifosfato), que es la principal fuente de energía celular. Las enzimas sintéticas ayudan a formar nuevas moléculas a partir de los nutrientes disponibles (por ejemplo, el ADN se forma a partir de nucleótidos).
La carnitina:
La carnitina es una sustancia que se sintetiza a partir de dos aminoácidos esenciales: la lisina y la metionina. La carnitina tiene la función de transportar los ácidos grasos de cadena larga acil-coenzima A (CoA) hacia el interior de las mitocondrias, que son los orgánulos celulares encargados de la producción de energía. Ayuda a eliminar los productos tóxicos del metabolismo de los ácidos grasos y a prevenir su acumulación en los tejidos.
También participa en el transporte de otros compuestos, como los cuerpos cetónicos y el piruvato, que son intermediarios del metabolismo de los carbohidratos y las proteínas. La carnitina se encuentra en alimentos de origen animal, como la carne roja, el pollo, el pescado y los lácteos; y también se puede tomar como suplemento nutricional.
Algunos beneficios atribuidos a la carnitina son: mejorar el rendimiento deportivo, favorecer la pérdida de peso, prevenir o tratar enfermedades cardiovasculares y neurológicas y aumentar la fertilidad masculina.
Los alimentos que ayudan en la producción de enzimas y carnitina son aquellos que contienen proteínas, vitaminas, minerales y antioxidantes. Algunos ejemplos son:
- Los brotes, las piñas, los aguacates, los plátanos, el polen de abeja, las papayas y los alimentos fermentados son ricos en enzimas que mejoran la salud digestiva y retardan el envejecimiento1.
- Los alimentos de origen animal, como la carne, el pescado, los huevos y los lácteos, son fuentes de carnitina, un aminoácido que ayuda a transportar los ácidos grasos a las mitocondrias para obtener energía2.
- Las verduras de hoja verde, como el apio, el perejil, el brócoli o la lechuga, son ricas en clorofila y contienen enzimas y antioxidantes que contribuyen a mejorar la salud y el estado físico3.
Alimentos que ayudan, uno por uno:
- Los brotes: son semillas o frutos secos germinados que contienen inhibidores de enzimas que se activan al contacto con el agua. Los brotes son una fuente de enzimas vivas que mejoran la digestión y la absorción de nutrientes. También aportan vitaminas, minerales, fibra y fitoquímicos con propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas.
- Las piñas: son frutas tropicales que contienen bromelina, una enzima que ayuda a descomponer las proteínas y facilita la digestión. La bromelina también tiene efectos antiinflamatorios y anticancerígenos. Además, las piñas son ricas en vitamina C, un potente antioxidante que protege las células del daño oxidativo.
- Los aguacates: son frutas cremosas y nutritivas que contienen lipasa, una enzima que ayuda a digerir las grasas. Los aguacates también aportan grasas saludables, como el ácido oleico, que mejora el perfil lipídico y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Asimismo, los aguacates contienen vitaminas A, E y K, que favorecen la salud de la piel, el cabello y los huesos.
- Los plátanos: son frutas dulces y energéticas que contienen amilasa, una enzima que ayuda a digerir los almidones. Los plátanos también aportan potasio, un mineral que regula la presión arterial y previene los calambres musculares. Además, los plátanos contienen triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina, un neurotransmisor que mejora el estado de ánimo y el sueño.
- El polen de abeja: es un producto natural que contiene más de 100 tipos de enzimas que participan en diversas funciones del organismo. El polen de abeja también aporta proteínas completas, vitaminas del complejo B, minerales como el hierro o el zinc, y antioxidantes como los flavonoides o los carotenoides. El polen de abeja tiene propiedades energizantes, inmunomoduladoras y antialérgicas.
- Las papayas: son frutas exóticas que contienen papaína, una enzima que ayuda a digerir las proteínas y a eliminar los parásitos intestinales. La papaína también tiene efectos antiinflamatorios y cicatrizantes. Además, las papayas son ricas en vitamina C, betacaroteno y licopeno, antioxidantes que previenen el envejecimiento prematuro y el cáncer.
- Los alimentos fermentados: son aquellos que han sido sometidos a un proceso de transformación por la acción de microorganismos, como bacterias o levaduras. Los alimentos fermentados contienen enzimas que mejoran la digestión y la flora intestinal. También aportan probióticos, prebióticos, vitaminas y minerales. Algunos ejemplos son el yogurt, el kéfir, el chucrut, el miso o el tempeh.
- Los alimentos de origen animal: son fuentes de carnitina, un aminoácido que ayuda a transportar los ácidos grasos a las mitocondrias para obtener energía. La carnitina es esencial para el funcionamiento del corazón, el cerebro y los músculos. También tiene efectos antioxidantes y antienvejecimiento. Algunos ejemplos son la carne, el pescado, los huevos y los lácteos.
- Las verduras de hoja verde: son ricas en clorofila, un pigmento que le da el color verde a las plantas y que tiene una estructura similar a la hemoglobina. La clorofila contiene enzimas que ayudan a purificar la sangre y a oxigenar las células. También tiene propiedades alcalinizantes, desintoxicantes y anticancerígenas. Algunos ejemplos son el apio, el perejil, el brócoli o la lechuga.
Conclusión:
Las enzimas facilitan las reacciones químicas celulares que permiten transformar los nutrientes en energía o en otras moléculas útiles para el organismo. Ambas sustancias son necesarias para el buen funcionamiento del cuerpo y su deficiencia puede causar diversos problemas de salud.
Los alimentos que ayudan en la producción de enzimas y carnitina son variados, se recomienda consumirlos frescos y crudos o con una cocción mínima para preservar sus propiedades. Así se podrá aprovechar al máximo su potencial nutricional y terapéutico.
Más información: