A medida que nos hacemos mayores, evitar hacerse daño es muy importante para seguir teniendo una vida activa y de calidad. Los adultos mayores se enfrentan a peligros específicos cada día, desde resbalones hasta quemaduras y ahogos. En este texto, veremos los daños más comunes en personas mayores y daremos consejos para no sufrirlos y poder curarlos.
Lesiones cotidianas comunes:
Las siguientes lesiones son frecuentes en los adultos mayores:
-
Caídas: Las caídas son una preocupación constante. Para prevenirlas:
- Lugar seguro: Cambiar la casa para reducir el riesgo de resbalar es muy importante. Quita lo que estorbe, pon barandillas y que haya buena luz1.
- Hacer ejercicio regular: Estar activo hace que la sangre circule mejor y hace más fuertes los músculos, haciendo que sea menos probable caerse y hacerse daño1.
-
Quemaduras: Las quemaduras pueden pasar al usar líquidos calientes, o al cocinar. Para evitarlas:
- Manejo seguro de líquidos calientes: Usa mangos y ten cuidado de no tirar nada. Ponte guantes de cocina al tocar cosas calientes.
- Control de temperatura: Ajusta la temperatura del agua y la estufa para evitar quemaduras.
-
Atragantamientos: A las personas mayores les puede costar tragar. Para no ahogarse:
- Cortarla comida en trozos pequeños: Hace que sea más fácil masticar y tragar.
- Beber agua al comer: Ayuda a que la comida pase mejor.
Daño en huesos y músculos:
Los daños de huesos y músculos son comunes en las personas mayores y ancianas. No moverse con frecuencia, y no hacer ejercicio, hace que sea más probable caerse y hacerse daño, necesitando atención traumatológica.
Al hacerse mayor, los músculos, huesos y articulaciones cambian mucho. Los huesos se hacen menos fuertes, sobre todo en mujeres después de la menopausia, especialmente en las caderas y muñecas (rotura de Colles).
Las articulaciones también se vuelven más rígidas, haciendo que sea más difícil moverse. Perder músculo afecta a las rodillas y puede causar caidas
Prevención:
En primer lugar, la seguridad es fundamental para prevenir caídas. Cambiar el entorno, usar un andador o bastón y optar por zapatos con suelas de goma proporciona mayor estabilidad. Además, llevar una dieta rica en calcio y suplementos de vitamina D ayuda a fortalecer los huesos y prevenir la osteoporosis. El ejercicio moderado también es beneficioso para mantener la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad, incluso en personas de edad avanzada6.
Tratamiento y atención médica
En caso de lesión, el tratamiento depende de la zona, estado de salud del paciente, grado de la lesión, y desplazamiento de los fragmentos de la fractura15. Es importante buscar atención médica adecuada:
- Consultar al médico: Ante cualquier lesión, consulta a un profesional de la salud para evaluar el alcance del daño y recibir recomendaciones específicas.
- Rehabilitación: La fisioterapia y la rehabilitación ayudan a recuperar la movilidad y reducir el dolor.
- Medicamentos: En algunos casos, se pueden recetar analgésicos o anti-inflamatorios para aliviar el malestar.
Más información